Brodie por fin ha encontrado su lugar en el mundo. Este jovenzuelo mestizo de Border Collie y Pastor Alemán no tuvo un comienzo fácil en la vida: fue mordido por su madre cuando era un pequeño cachorrote y ese ataque le dejó parcialmente deforme y ciego de un ojo. Su llamativo aspecto no impidió que fuera adoptado pero entonces sus primeros humanos decidieron devolverle a la protectora alegando que era hiperactivo y que ellos no podían con él.
Así fue como Brody -que como bien dice la foto que encabeza el texto sabe querer como solo los perros nos quieren- encontró a su familia definitiva.
Con paciencia y tiempo han logrado canalizar la efusiva energía de este imparable locuelo.
Brodie se ha hecho famoso y sus humanos aprovechan esta visibilidad para animar, a través de sus redes sociales, a otras personas a dar una oportunidad a animales que presuntamente no son perfectos.