Cuando Zeus era un cachorrito empezó a cojear y sus 'humanos' decidieron que no querían un perro defectuoso así que lo dejaron en una perrera que, además, era una perrera high kill, es decir que su destino estaba claro, la eutanasia. Pero el can tuvo la inmensa suerte de ser rescatado y de encontrar un nuevo hogar con los voluntarios de St. Francis CARE, una protectora de Illinois. Ellos son los que ahora cuentan su historia, un relato de superación realmente impresionante.
Con mucho esfuerzo y mucha ayuda, pasando muchas horas de rehabilitación y varios reveses, la transformación de Zeus ha sido realmente espectacular.
Para cuando llegó a St Francis CARE el can había perdido el uso de todas sus patas. No podía moverse ni siquiera en el agua, en la piscina. No podía siquiera arrastrarse.
Y ahora, dos años después... bueno, mejor vedlo.
Es, como bien explica la responsable de la protectora que relata cómo ha evolucionado Zeus, una historia que inspira, que muestra como en esta sociedad en la que lo fácil es tirar a la basura lo que no funciona, merece la pena pelear y luchar.
Enhorabuena por ellos, por haber ayudado a este perro tan especial a salir adelante. Ver sus fotos, verle repartiendo besos y felicidad, te mejora el día de inmediato.