Es una verdad verdadera que no hay bienvenida más contagiosamente alegre o más efusiva que la de un perro cuando se reencuentra con su humano favorito. Los hay que hacen el baile de la felicidad con verdadero garbo... Ver el movimiento de rabillo y culo de Hank, este lindo Bulldog Inglés, cuando atisba a su humano desde la ventana os alegrará al día, eso seguro :-)
A ver quién es capaz de resistirse a los encantos del besucón y cariñoso Hank. ¡Si mueve todo su cuerpo cuando está contento!
Por si os quedáis con ganas de más, o por si necesitáis otro chute de felicidad perruna, aquí tenéis los dos recibimientos al completo :-)