Cuando encontraron a Tiggy pensaban que estaba muerta. Poco le faltó para ello. A esta joven Lurcher la dejaron tirada en el campo, como si fuera basura: era un amasijo de piel y huesos, poco más. Las personas que la rescataron solo querían abrazarla de la pena que les daba, pero no podían: estaba tan esquelética que era imposible.
Aún así, temiendo que no superaría el maltrato que había sufrido, en Berwick Animal Rescue Kennels se hicieron cargo de Tiggy y aún no dan crédito de cómo se ha recuperado. Y... no solo eso: la perra ha demostrado tener una energía vital, una alegría y unas ganas de disfrutar realmente impresionantes.
Se ha recuperado poco a poco y luego a la velocidad del rayo tanto del maltrato físico como del maltrato anímico que sin duda había sufrido. Cuando han pasado 42 días desde su rescate, duele ver las fotos del ante y el después...
Y la buena noticia es que la bella Tiggy no solo está estupenda y hasta casi gordita sino que ¡ha sido adoptada!
La historia de Tiggy ha emocionado a miles de personas y ha salido en incontables informativos en el Reino Unido.
Desde la protectora esperan que esto sirva para concienciar sobre el maltrato, para que cualquiera que pueda toparse con una situación como la de Tiggy lo denuncie y para que más personas se animen a adoptar.