• Compartir
  • Whatsapp de SrPerro

Consejos para un verano saludable en la playa o la ciudad junto a tu perro

Consejos para un verano saludable en la playa o la ciudad junto a tu perro

Última actualización del articulo el día 21/06/2024

Verano puede ser sinónimo de planes felices al aire libre y escapadas de vacaciones con los canes, pero si nuestros perros pudieran hablar quizá nos dirían que también es una época de excesivo calor para ellos, parásitos y espigas.

Prevenir posibles problemas y riesgos será la clave para disfrutar aún más junto a nuestros compis caninos.

En colaboración con MAPFRE

Aquí os dejamos una serie de consejos prácticos elaborados en colaboración con MAPFRE: su seguro veterinario es otro aliado más para garantizar tranquilidad a las personas perrunas en verano, para evitar sobresaltos y saber que puedes acudir a cualquier veterinario, estés donde estés.

 

1. Hidratación

Los perros, seguro que os habréis fijado, suelen beber agua con más frecuencia que las personas. Y en verano, cuando hace calor, aún más.

Esto es así porque su forma de regular la temperatura corporal es menos eficiente que la nuestra: ellos no sudan, jadean… Y eso puede llevar a una deshidratación más rápida.

Por eso es TAN importante que en casa siempre tengan un cuenco de agua fresquita a su disposición y que en los paseos les podamos ofrecer agua con frecuencia. Lo repetimos, con frecuencia, porque es fácil que se nos olvide.

En la ciudad habrá fuentes o puedes pedir que te den un poco de agua en algún bar dog friendly, pero si estás en el campo o en la playa no es tan fácil. Nuestra recomendación es que tanto en las rutas urbanas como en cualquier excursión siempre recuerdes llevar una botella de agua y un bebedero portátil para tu perro.

 

2. Los golpes de calor

Los golpes de calor son muy traicioneros y peligrosos para los canes, por la misma razón que comentábamos antes: mientras que nosotros sudamos para enfriarnos, los canes regulan su temperatura con el jadeo y a través de las almohadillas de sus patas: eso es muy poco eficaz.

Cuando la temperatura ambiente es alta, o cuando se encuentran en entornos donde la ventilación es limitada, como dentro de un coche o una habitación sin aire acondicionado, los perros pueden sufrir un golpe de calor rápidamente.

Los Frenchies o Carlinos (las razas braquicéfalas) lo llevan aún peor, como los perretes senior o los que están enfermos.

NUNCA dejes a un perro dentro de un coche, ni siquiera con las ventanas abiertas. Busca la sombra, evita las horas de más calor en la calle y permítele descansar siempre que lo necesite. Ante cualquier sospecha de que pueda estar sufriendo un golpe de calor, es primordial reducir la temperatura lo antes posible y llevarlo de inmediato al veterinario.

 

3. El agua del mar

A algunos perros les suele encantar bañarse en el mar o corretear por la playa. Es un plan veraniego estupendo, siempre recordando la importancia de la hidratación y evitando las horas de más calor.

Nuestra recomendación, sin embargo, es tener cuidado con el agua de mar: no es buena idea tirarle la pelota o palos a nuestro perro para que los atrape una y otra vez porque puede tragar agua con sal. Si ingiere grandes cantidades de agua salada puede causarle deshidratación o una peligrosa intoxicación, y en pequeñas cantidades puede provocar problemas gastrointestinales.

De vuelta a casa, es importante darle una buena ducha a nuestro can para retirar toda la sal y la arena de su piel y así evitar que pueda sufrir problemas dermatológicos.

Si ves a tu perro mareado o con diarrea, consúltalo rápidamente con tu veterinario. Además, si cuentas con el seguro de mascotas de MAPFRE, podrás tener acceso gratuito al Chat Veterinario, a través del cual puedes consultar a un especialista en tiempo real tus preocupaciones. Puedes enviar fotos, videos y mensajes de texto para que el profesional pueda evaluar a tu can a distancia y ofrecerte recomendaciones.

 

4. Piscinas y embalses

Los baños en piscinas o embalses son otro placer en verano para aquellos peludos que disfrutan en el agua, aunque solo sea en la orilla, refrescándose las patas.

Lo más importante en este caso es la supervisión. No dejes que pueda acceder a una piscina o a un embalse si no está acompañado en todo momento para evitar accidentes o sustos.

En el caso de los embalses, una precaución adicional: si es zona de pesca hay que ir con muchísimo cuidado para que los canes no puedan tragarse algún anzuelo. Son un peligro y requiere, de nuevo, visitar al veterinario para que puedan retirar el anzuelo con seguridad; no se te ocurra tirar para intentar sacárselo.

También en los baños de piscina es recomendable una buena ducha para evitar problemas dermatológicos.

 

5. Las almohadillas

Tanto en la ciudad como en el campo, en verano las almohadillas de los canes sufren con el calor. Se les pueden quemar o pueden sufrir cortes.

Nuestra recomendación es evitar los paseos en las horas de más calor y, sobre todo, evitar los paseos sobre el asfalto, prueba a poner el dorso de tu mano sobre el suelo y si te quema a ti… ¡pues igual le quemará a tu perro!

Otra buena idea es aplicar productos que hidratan o protegen las almohadillas de los perros: así evitarías que se le puedan agrietar. Pregúntale a tu veterinario, seguro que te podrá recomendar alguno.

 

6. Las espigas

Si tuviéramos que elaborar un ranking con los mayores enemigos de perretes aventureros en verano, las espigas estarían en el top tres junto con el golpe de calor y los parásitos.

Si ves que la zona donde tenías previsto pasear está llena de espigas secas… es mejor no pasear por ahí, directamente.

Las espigas, por la forma de flecha que tienen, se incrustan en el pelaje y en el cuerpo de los perros a la mínima oportunidad y con una rapidez pasmosa: en el interior de las orejas, entre los dedos, en la axila… 

Revisa bien todas estas zonas en el cuerpo de tu can al volver a casa. Si tu perro sacude la cabeza insistentemente, si se rasca sin parar o si ves que cojea, son todo síntomas de que puede tener una espiga clavada: lo mejor es ir al veterinario para que puedan explorarle y quitársela. Muchas veces puede ser imprescindible sedar a tu can.

 

7. Parásitos:

La recomendación básica es proteger adecuadamente a nuestros perros todo el año ante pulgas, garrapatas, flebótomos y también de los parásitos internos siempre siguiendo las pautas que te de tu veterinario.

Pero en verano, aún más, especialmente si vas a viajar a alguna zona diferente: hay áreas de España donde la prevalencia de la leishmaniosis o del gusano del corazón son más elevadas y conviene proteger con medidas adicionales a nuestros canes.

 

8. Ejercicio y descanso

Los perros necesitan descanso, mucho más descanso de calidad del que a veces les proporcionamos. Y en verano, cuando suben las temperaturas, los días son más largos y el nivel de actividad aumenta, aún más.

Si te gusta salir a correr o a dar largos paseos con tu can, ten en cuenta que es mejor hacerlo o muy pronto o ya tarde, cuando haga menos calor.

Respeta sus ritmos y ten en cuenta también que, a veces, ellos no saben medirlos si se encuentran en entornos que les gustan particularmente (como la playa o la piscina). Puede que se cansen en exceso y entonces, al día siguiente, necesiten aún más tiempo para recuperarse adecuadamente.

Para asegurarte de que tu can esté siempre protegido, calcula el precio del seguro veterinario y obtén más información aquí.