Estas son Patricia y su futura perra de asistencia. Dora lleva cuatro meses de "cole" en Málaga para ser la mejor compañera posible para la niña: está siendo entrenada en K9 Málaga para poder ejercerde perro de asistencia y alerta médica ante los ataques de epilepsia y otros problemas médicos derivados del cáncer que padece Patricia. Pero resulta que en Andalucía no está regulado el acceso de los perros de asistencia a los colegios, sólo el de los perros guía y por eso Patricia no puede contar con la ayuda de Dora, salvo que cambie la ley.Y para ella es del todo crucial el apoyo de esta perra... por el momento no va a clase, está siendo educada en casa.
Marisa Jimenez Campos, su madre, ha lanzado una petición en Change.org, una recogida de firmas que busca, ya desde el inicio, que la situación cambie no sólo para su hija sino para todos los que puedan encontrarse en la misma situación.
Cuenta con el apoyo de la Alcaldesa de Fuengirola, la localidad donde residen, y también con el de la anterior Alcaldesa, ahora Vicepresidenta del Parlamento Andaluz. También están echando una mano desde el hospital donde tratan a Patricia, el Materno Infantil de Málaga. Todos están convencidos de lo pertinente y necesario que es el cambio que pide Marisa.
Su petición ha conectado con muchísima gente: en tan sólo un par de días ha logrado sumar más de 28.000 firmas en Change.org.
Marisa cree que hay esperanzas de que salga adelante, según nos ha comentado. Le gustaría que Patricia y Dora se conviertan en verdaderas heroínas, me cuenta, por lo que pueden conseguir para otras personas en Andalucía.
Sería realmente importante y seguro que mejora considerablemente el día a día de Patricia. ¿Queréis ayudarles? Esta es su petición y aquí podéis sumar vuestra firma:
"Mi hija Patricia, de 12 años, lleva dos años recibiendo clases a domicilio porque no puede asistir al instituto, a causa del cáncer que padece, además de epilepsia y desorientación.
No queremos negarle su derecho a asistir a clase, por eso nuestra idea es que el año que viene vaya a clase 2 horas cada día más el recreo. Ahora hemos empezado con 1 hora al día, en el IES Eduardo Janeiro de Fuengirola.
¿Pero qué pasa si Patricia necesita ir al baño, o sufre una de sus crisis epilépticas continuas? Ahora soy yo, su madre, quien tiene que pasar esa hora al día en la secretaría del instituto para atender sus necesidades. Pero si pudiera ir acompañada de su perrita de asistencia médica, Dora, no ocurriría nada.
En Andalucía la figura del perro de asistencia no está regulada, como si lo está en otras comunidades como Madrid o Cataluña. Hace poco escribí a la Delegación de Educación en Málaga y su respuesta fue que "no existe una normativa específica andaluza que regule la asistencia del alumnado a los centros educativos acompañado de perros de asistencia". Sin embargo, los perros guía sí están permitidos.
Desde el centro me dicen que, en caso de que viniese un monitor o monitora para Patricia, no sería solo para ella, con lo cual si en el momento de necesitar ayuda no está cerca, ¿de qué le sirve? Su perra es quien mejor la conoce. Dora lleva siendo entrenada más de 4 meses para dar atención continua y vigilancia a niños y adultos como Patricia."
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