HISTORIA
Saussure era el juguete roto de algún humano sin alma: tenía unos dos años cuando lo adoptamos, un tumor en la oreja y mucho mucho miedo. Nunca había jugado, nunca había vivido fuera de una jaula y apenas tenía pelo.
Lo adoptamos, le dimos todo el amor del mundo y algunas operaciones que necesitaba. Yo, como lingüista, le di el nombre francés más ilustre que se me ocurrió; Saussure es el padre del Estructuralismo.
Desde entonces es uno más en la familia, viene con nosotros a todas partes y habla tres idiomas (y subiendo).
Le encanta pasar el día en la escuela de español de mamá, donde los alumnos extranjeros lo acarician y le dicen cosas bonitas en todas las lenguas del mundo.