En dos semanas, este momento tan privado, intenso y emocional ha sido contemplado más de dos millones de veces. Danielle Jacobs ha compartido dos vídeos en los que se ve a Samson, su Rottweiler -que ha sido entrenado como perro de asistencia-, ayudándola para que no se autolesione. Unos vídeos cargados de dolor que ella ha hecho públicos para concienciar sobre lo duro que puede ser el día a día para algunos enfermos de Asperger. Y que muestran, además, la crucial labor que desempeñan tantísimos canes también de forma cotidiana.
Actualización febrero 2016: Qué horror... La policía ha disparado y matado a Danielle, que estaba fuera de sí, tras una llamada de auxilio porque iba a suicidarse.
El síndrome de Asperger puede traducirse en hipersensibilidad a ciertos estímulos así como en depresión y conductas disruptivas (rabietas, autolesión, agresión) en respuesta a la ansiedad y la frustración que experimentan las personas que lo sufren.
Esa es la definición aséptica, por así decirlo. Y lo que ha compartido Danielle Jacobs es la realidad.
"Esto es lo que significa sufrir el síndrome de Asperger. Por favor, no me dejéis comentarios negativos: esto sucedió así en realidad y no es fácil para mí el abrirme y compartir lo que me sucede de forma cotidiana.
Esto se considera un colapso emocional. Sí, Samson me está alertando. Le enseñé para que me alertara en momentos depresivos y cuando intentara autolesionarme. Parece que él reaccione tarde pero no es así porque estoy saliendo de la crisis y normalmente después tengo un ataque de pánico."
Daniellele contó a BuzzFeed que adoptó a Samson cuando el can tenía 4 años e inmediatamente empezó a entrenarle como perro de servicio para enfermos con el síndrome de Asperger, TEPT, TCE...
Ahora este bello Rottweiler puede avisar a Danielle para evitar que sufra daños en caso de colapsos emocionales, episodios depresivos, ataques de ira, pesadillas, ataques de pánico...
Es difícil de contemplar, sin duda, y esta joven ha demostrado una enorme valentía al compartir su realidad con todo el mundo.
"Lo que me gustaría que supiera la gente, ha explicado Jacobs, "es que un niño o un adulto que está gritando y pataleando en una tienda a lo mejor no está teniendo una rabieta porque no le dan lo que quiere. Puede ser porque las luces le hacen daño porque están demasiado fuertes, porque los olores en la tienda son demasiado intensos y los ruidos demasiado fuertes y sólo puede expresar lo que siente a través de un colpaso emocional".
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