Puedes encontrar una chaqueta vintage de Yves Saint Laurent, animales de fábula de papel o unos bolsos coloridos y elegantes de Rita Bubló. Puedes ver cómo hacen sushi, sentarte a tomar una cerveza belga o unos vinos con una tosta y después comprar unos vinilos, un sofá o una moto... Y todo ello en un mismo sitio y siempre con tu SrPerro al lado. Un paseo de lo más variopinto, animado y recomendable.
La Nave de Motores, un edificio de Antonio Palacios erigido en 1923, una estructura industrial de enormes ventanales que alberga los motores que suministraban energía a la red de Metro hasta 1972, se convierte los primeros fines de semana de cada mes en el Mercado de Motores.
Entonces esas máquinas se reinventan sin tener que moverse de su sitio: de pronto parecen esculturas modernas porque a su alrededor surgen incontables puestos de ropa, de muebles, de objetos bonitos, de flores y de joyas...
Colega ha paseado feliz, recibiendo caricias, premios y sonrisas en muchos puestos y encontrándose incluso con algún amigo: Tomillo también estaba encantado curioseando en el Mercado de Motores.
¿Qué hemos visto? La ropa de HermanasBaby-Shop o las bufandas y turbantes de pretzels. Las llamativas piezas de cerámica de rothaus y los cuadrantes de Bed (Beautifully Edited Dreams) en los que había más de un animal... y tantísimas cosas más: en cada edición del Mercado de Motores es posible descubrir nuevos creadores, nuevas ideas.
Es un lugar con arte y duende que resulta aún más amable y apetecible al poder descubrirlo junto a nuestros canes.
Dirección y horarios: más información de Mercado de Motores en Madrid.
