Chazz es un caniche toy de dos años que acaba de ser adoptado. Lleva un mes con su nueva familia y aún se está acostumbrando a su nueva vida y a sus nuevos compis... gatunos. Total, que para ver si el perro ladraba en su ausencia, decidieron colocar una cámara. El inesperado resultado de su espionaje canino se ha hecho viral por razones que saltan a la vista.
Mirad cómo el gato le explica al can que lo de ladrar no se lleva en esa casa :-) Claramente, una relación con mucho futuro.
Cuando los perros ladran incesantemente porque tienen ansiedad por separación no tiene ninguna gracia, obviamente, es un trastorno serio que conviene tratar con ayuda profesional, de un educador o etólogo canino.
Esta familia, según parece, se preocupa de que eso no suceda dado que están grabando justamente para ver cómo se adapta el can a su nueva vida. Si monitorizan y, desde el principio, ponen en práctica las pautas de un buen educador es mucho más factible que logran evitar que Chazz desarrolle ese problema.
Además del gato mandón convive con otro minino así que... esperemos que hagan buenas migas y puedan disfrutar de siestas juntos mientras sus humanos están fuera de casa.
Aquí podéis descargar, por ejemplo, los consejos de ANAA para canes que tienen ansiedad por separación. Y si queréis más información, en Brújula Canina tienen artículos muy interesantes al respecto.
PD Pero, volviendo al vídeo, lo de la cámara oculta y los canes a veces tiene unos resultados del todo inesperados. Como cuando una chica descubrió a un ladrón dándole chuches a sus perros. Sip. En su casa.
