El sobrepeso y la obesidad son un problema creciente tanto entre los humanos como entre los canes y dado que los perros comparten su vida con nosotros, los investigadores de la Universidad Eötvös Loránd en Budapest consideran que estudiar su comportamiento puede proporcionar un modelo beneficioso para estudiar las causas y consecuencias de la obesidad también en las personas.
¿Y qué han descubierto? Pues algo curioso: resulta que los perros con sobrepeso se comportan de manera diferente que sus congéneres en tareas que implican comida e interacción con humanos como motivación. Su comportamiento, de hecho, es más similar al de personas con sobrepeso: tienden a priorizar los alimentos de más energía, de más calidad, y son "pesimistas".
Los investigadores explican que no han encontrado evidencia de diferencias entre razas en la capacidad de respuesta a los alimentos (exceptuando a los Beagles... que sí se comportaron, independientemente de su peso, como los perros obesos).
Sin embargo lo que sí han comprobado es que los perros con sobrepeso, a diferencia de los perros con peso normal, intentaron maximizar la ingesta de alimentos de mayor calidad y dudaron en realizar la tarea cuando la recompensa alimentaria era incierta.
Una vez que empezaron a sospechar que no había comida para ellos, dejaron de intentar buscarla.
Es decir, los perros con sobrepeso (y los Beagles) siguieron con menor frecuencia las indicaciones del experimentador cuando el cuenco alternativo al que les indicaban contenía una recompensa. Se mostraron más sensibles a la presencia de una recompensa de alta calidad que los perros con peso normal y mostraron una estrategia más conservadora/cautelosa (o "pesimista") en la prueba de sesgo cognitivo.
Estos resultados son muy similares a los esperados de los modelos paralelos que existen entre ciertos rasgos de personalidad y el sobrepeso en humanos (que muestran atracción hacia los alimentos densos en energía, explican los investigadores) lo que sugiere que los perros son un modelo prometedor para investigar experimentalmente la obesidad en humanos.
La foto que encabeza el texto es de PSJeremy
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