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¿Cómo se comunican los perros mientras juegan? ¿Cómo saber si tu perro está jugando o peleándose?

¿Cómo se comunican los perros mientras juegan? ¿Cómo saber si tu perro está jugando o peleándose?

Última actualización del articulo el día 15/08/2022

El juego, para los perros, no es ningún juego. Una broma fácil para recalcar que este comportamiento es crucial para el desarrollo y bienestar de los perros, desde que son cachorros, porque a través del juego se relacionan, se divierten y aprenden.

El juego es un rasgo adaptativo que, al extenderse a la edad adulta, ha contribuido a que, a diferencia de los lobos, sus ancestros, los canes puedan ser entrenados con mucha más facilidad así como a afianzar su vínculo con nosotros.

Lo explican con todo detalle en la web de GEMCA, grupo que reúne a los principales etólogos españoles:

De hecho, la cantidad y calidad de los momentos de juego entre un perro y su humano puede ser un buen identificador de la calidad de su relación. Y, claramente, mientras juegan los perros también se comunican.

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Para ver lo que sucede mientras dos canes juegan es mejor ver las imágenes a cámara lenta. Así se puede ver su lenguaje corporal y todas las señales que se hacen entre ellos para evitar que el juego desemboque en pelea.

Con frecuencia todo comienza con un ladrido para llamar la atención del otro can y entonces ya se puede ver esa posición tan característica llamada "play bow", una de las clásicas invitaciones al juego:

 

¿Cómo saber si tu perro en vez de jugando se está peleando?

La mayoría de las veces ni siquiera nos hacemos la pregunta porque resulta evidente, pero no siempre.  

Tía, por ejemplo, puede ser muy, muy bruta jugando. A menudo me toca explicar a los dueños de canes que la miran como si estuviera loca que aunque parezca que es Godzilla en acción, ella está jugando. 

 

Su "estilo", lógicamente, no tiene porqué ser bien recibido por todos sus congéneres, o por los humanos que los acompañan, por eso trato de estar atenta para evitar problemas porque sus maniobras, como cuando decide ponerse cazadora, podrían asustar mucho a según qué perros si los pilla de sopetón. 

Ejemplo: aquí Tía caza a su amigo Ito. Él ya está acostumbrado, el pobre, y parece que no le importa porque siempre vuelve a por más.O, cuando se harta de ella, le pega un buen bufido para que le deje en paz.

Para evitar que el juego desemboque en pelea siempre es importante prestar atención a nuestros canes cuando estamos en el parque canino o cuando están interactuando con sus congéneres, incluso con perros conocidos. Así evitaremos que "se pasen de rosca", por así decirlo.

Más aún si hay cachorros o si son varios perros jugando.

Y con más razón todavía si hay algún juguete de por medio: en ese caso hay que estar muy atentos, especialmente si el juego es entre dos perros que no se conocen porque es más fácil que esa interacción pueda desembocar en algún enfrentamiento por ese preciado recurso.

Por eso no es buena idea llevar juguetes a un parque canino, especialmente esas pelotas que hacen ruidito y que tanto atraen a los perros... son un bien extremadamente codiciado.

En el caso de Tía, si el nivel del juego parece estar subiendo de tono, cuando se pone excesivamente intensa, la llamo para que venga a mi lado y se calme unos minutos. Una vez que veo que se ha tranquilizado, la dejo que vuelva a jugar. 

 

Alba Benítez, la responsable de SimiperroHablara, ofrece toda una serie de pistas útiles para saber si un can solamente está jugando o si se está peleando.

En su blog aconseja que nos fijemos en una serie de detalles, indicativos de juego y no de pelea: intercambio de roles (cuando los dos perros se turnan en el objetivo del juego), carreras de persecución que no son reales, momentos de pequeños descansos iniciados por uno u otro de los perretes...

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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Y también:

  • Dientes: los perros se enseñan los dientes, sí, pero no colocan sus cabezas de forma frontal sino lateral. Es decir, los canes mueven la cabeza lateralmente y hacia delante para intentar evitar hacerse daño.  
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     

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  • Cuando un perro fuerza a otro para que se tire al suelo, deja que se libere con rapidez, no lo bloquea, inmóvil, como haría si estuvieran peleando.
     
  • Barrigas al aire: si está jugando el can tumbado tendrá la boca abierta, no estará inmóvil y estará moviendo la cola. Hay que poner atención si no es así puesto que de lo contrario lo que estaríamos viendo sería un perro en posición de sumisión, pidiendo ser liberado. 
     
  • Estornudos: es otra forma de comunicar a sus compañeros de juego (humanos o caninos) que no va en serio, que se están divirtiendo sin más. 
     
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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Encontráis más información en la web de SiMiPerroHablara. Y también podéis escuchar a Patricia Guerrero, de Pat Educadora Canina,en este vídeo en el que desgrana todo lo relativo a los perros jugando: 

O este otro vídeo de Eduardo Rodríquz Marín, un etólogo en el que también ofrece ejemplos prácticos.

En la web del American Kennel Club ofrecen igualmente una serie de consejos útiles para saber cuando la interacción entre dos perros ya no es un juego:

- Los cuerpos de los perros se ponen muy rígidos. Se les eriza el pelo. 
- Boca cerrada, gruñido de advertencia bajo.
- Los movimientos serán rápidos, ya no se turnarán o pegarán brincos.  
- Las orejas planas y los labios curvados hacia atrás y gruñendo.  
- Posiblemente un perro esté tratando de alejarse del otro, su lenguaje corporal mostrará que no está cómodo, cola entre las patas, etc. 

 

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