Los comportamientos no deseados en los perros son un grave problema de bienestar para los canes: los pocos datos que hay al respecto en España muestran año tras año que es una de las principales razones por la que demasiados perros son entregados -abandonados- en protectoras o perreras.
Ahora el PAW Report 2023, la nueva y amplia encuesta anual realizada en el Reino Unido por PDSA, la gran organización benéfica de veterinarios en este país, que cuenta con 48 hospitales y cientos de profesionales, aporta datos preocupantes al respecto también.
El 60 % de los profesionales veterinarios del Reino Unido dicen que han visto un aumento en los problemas de comportamiento de los perros en los últimos dos años, el 57 % dicen que han visto un aumento en los perros que muestran signos de miedo en la práctica y el 48 % dicen que han visto un aumento en la eutanasia de perros debido a problemas de comportamiento en este período de tiempo.
La eutanasia conductual, cuando son los problemas de comportamiento severos los que desembocan en la decisión de acabar con la vida de un animal, es una decisión durísima pero legal.
También en España, incluso cuando entre en vigor la Ley de Bienestar Animalpuesto que en la misma se prohibe expresamente el sacrificio de perros "por problemas de comportamiento que puedan ser reconducidos", dejando la posibilidad de la eutanasia conductual cuando esos problemas de comportamiento se consideren irresolubles. Siempre sería un profesional veterinario quien deba certificar que no hay otra alternativa posible.
Volviendo a los datos de PDSA en el Reino Unido, de los profesionales veterinarios que dijeron que habían visto un aumento en los problemas de comportamiento canino en los últimos dos años, el 75 % sintió que esto se debía a la falta de socialización, el 66 % a que los propietarios no podían entender el comportamiento y la comunicación caninos, y el 64 % % debido a la falta de entrenamiento del cachorro.
Los cambios en el estilo de vida durante los últimos tres años debido a la pandemia han llevado a las organizaciones de bienestar animal y a los profesionales veterinarios a identificar dos áreas principales de preocupación por los problemas de comportamiento emergentes en nuestros perros:los problemas relacionados con la separación y la falta de oportunidades de socialización.
En 2023, el 13 % de los tutores (1,4 millones de perros) informaron que su perro mostraba signos de angustia cuando lo dejaban solo, cifra similar a la de 2022. Aún así, se da una mayor proporción de perros adquiridos desde 2020 con este comportamiento (14 %) en comparación con los perros adquiridos hace más de tres años (11 %).
El 25% de los propietarios dijeron que su perro gruñía, intentaba morder o mostraba signos de miedo, comportamientos que podrían estar relacionados con la falta de socialización cuando era un cachorro. Es un aumentó del 23 % con respecto al año anterios.
Los perros adoptados en protectoras que traen perros del extranjero tenían más probabilidades de mostrar signos de miedo (31 %) en comparación con el 16 % de los perros que provienen del Reino Unido.
Los ingresos hospitalarios en Inglaterra como resultado de ser mordidos o golpeados por un perro han aumentado en los últimos diez años, con un número inusualmente alto de incidentes fatales en 2022. Varios incidentes involucraron a niños, cada uno de ellos una tragedia, aunque el número total se mantiene bajo.
Según los datos de PDSA el 83% de los tutores afirmaron que sus perros nunca habían sido mordidos por otros canes o mordido ellos mismos a nadie. Pero el 6% (700.000 perros) de los perros han sido mordidos por otro perro fuera del hogar, requiriendo atención veterinaria, el 3% (370.000 perros) han mordido a un perro desconocido y el 2% (190.000 perros) han mordido a un perro familiar. Asimismo, el 3% (290.000 perros) han mordido a algún dueño, cuidador o desconocido con heridas que necesitaron atención médica profesional. Estas proporciones no son significativamente diferentes a los hallazgos del Informe PAW 2022.
Los responsables del informe ofrecen varias recomendaciones al respecto, consejos que son útiles en cualquier entorno donde haya perros: los incidentes pueden reducirse si las personas comprenden cómo comportarse con los perros y reconocen cuándo una situación puede hacer que un perro se sienta incómodo.
La educación es una parte importante para reducir la incidencia de mordeduras de perros, especialmente entre los niños y los padres. El adiestramiento y la socialización de los perros, las intervenciones para cambiar el comportamiento humano y la modificación del entorno (como la instalación de puertas para bebés, etc.) también son clave para reducir los incidentes de mordeduras de perros.
Los datos de todo el informe dejan claro que es importante que las personas que se plantean convivir con un perro (o gato o cualquier animal de compañía) deberían informarse bien antes de tomar la decisión para comprender el compromiso real de tener perro para poder satisfacer sus necesidades durante toda su vida.
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