Se llaman Asher, Kyp, Lexi, Marlow, Millie y Tala: son los seis perros que han sido entrenados con total éxito por Medical Detection Dogs (en colaboración con Durham University y el London School of Hygiene & Tropical Medicine) para detectar a personas enfermas de COVID-19 por su olor, incluso las que son asintomáticas.
Esto es posible porque ciertas enfermedades -como el cáncer o el coronavirus- desprenden un olor muy especfíco. Nosotros no solemos ser capaces de percibirlo pero los perros, con su increíble sentido del olfato (hasta 300 millones de receptores olfativos, en comparación con seis millones en humanos), sí pueden aprender a distinguirlo. Ha habido ya numerosos ejemplos y estudios, algunos han alcanzado ¡una fiabilidad del 96%!
La capacidad olfativa de los perros es exponencialmente mejor que la nuestra: posiblemente el 30% de su cerebro se dedica a analizar el olor, se estima que el porcentaje del cerebro de un perro dedicado a analizar los olores es 40 veces mayor que el de un humano.
En el caso de Asher, Kyp, Lexi, Marlow, Millie y Tala, estos Perros de Biodetección han demostrado en diversas pruebas que son capaces de detectar COVID-19 con una fiabilidad de hasta el 94,3% y una especificidad de hasta el 92%.
Y dado que un perro puede evaluar hasta 250 personas en 1 hora, poder contar con su presencia sería claramente imprescindible en multitud de ocasiones puesto que este test canino es mucho menos intrusivo, mucho más rápido que cualquiera de los métodos existentes y también más económico.
Como explica la Dra Claire Guest, los perros pueden incluso identificar a las personas que son portadoras del virus pero que son asintomáticas, por lo que los perros detectores podrían prevenir hasta un 30% más de transmisión progresiva que sin detección.
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