La FAPAM (Federación de las asociaciones de protección animal de la comunidad de Madrid), a través del grupo animalista de niños Alba Kids for animals, ha lanzado una campaña enfocada a evitar la compra irresponsable de cachorritos en Navidad, enfocada sobre todo a evitar su posterior abandono: "No regales abandono”. Tal y cómo recalcan, hay millones de razones para no comprar un perro, las mismas que hay para adoptar puesto que se calcula que en España se abandonan 250.000 animales cada año y todos ellos buscan hogar al que alegrar definitivamente.
Como ya os comentamos al publicar la historia de Beau, vamos a tratar de ir destacando vídeos e historias perrunas que animen a adoptar, en estas fechas es particularmente importante. Y esta campaña de FAPAM no puede ser más pertinente. Se puede decir más alto, pero no más claro.
El spot lo ha dirigido Miguel Romero y lo protagonizan Enrique Villén y Carlos Sobera.
La campaña busca dejar claro que la decisión de convivir con un perro o un gato es para toda la vida y es una decisión que debe ser tomada de forma responsable y consensuada por todos los miembros del núcleo familiar.
Los niños que componen Alba Kids for animals lo tienen clarísimo: a los animales “no podemos abandonarlos como si fueran juguetes rotos, tampoco debemos regalarlos como si fuesen juguetes nuevos”.
Aquí podéis ver el anuncio de esta campaña, dedicado a Excalibur. Ojo, aunque evidentemente es ficción su objetivo es llamar la atención, despertar a los que normalmente no escuchan este mensaje, y lo hace de una forma un tanto brutal.
"No regales abandono"cuenta con el apoyo y de Tristán Ulloa, Julia Otero, Julia Navarro, Julián Hernández, Carmen Rigalt, Ruth Toledano, Rosa Montero…
Y desde FAPAM informan que parte de la campaña será una acción/performance el sábado 6 de diciembre a las 11 de la mañana en la Plaza de Vázquez de Mella de Madrid.
PD. Miguel Romero también es el autor de otro corto contra el abandono, igualmente creado para la FAPAM, un corto que seguramente habréis visto porque es de los que no se olvidan. Divina Justicia es una obra contundente y dura, con un punto de humor negro, pero tela de negro y también un resquicio para la esperanza.
