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Las GuauParejas de 2015 en versión amigurumi: Silvia y Lena & Arwen by Lalala Toys :-)

Las GuauParejas de 2015 en versión amigurumi: Silvia y Lena & Arwen by Lalala Toys :-)

Última actualización del articulo el día 19/10/2016

Ya sabéis lo mucho que nos costó elegir a la #GuauPareja 2015, tanto que decidimos dar un segundo premio :-) Ahora por fin Silvia & Lena y Arwen, una de las SrasPerras de Paula, ya tienen su retrato personalizado, el premio del concurso. ¡Qué ganas teníamos de enseñaros las fotos!



Pst: Si quieres tu propio muñeco personalizado o el de tu can, lo puedes encargar en la tienda de SrPerro

Aquí podéis ver el resultado, los divertidísimos amigurumis personalizados con todo el arte del mundo mundial por Lalala Toys.Un objeto que hace sonreír a los adultos como si fueran críos, comprobado.

¿Verdad que están chulos? 

Lo cierto es que también nos apetecía volver a compartir las historias de las protas caninas de este concurso, Lena y Arwen.

Ambas son adoptadas y... si aún no las conocéis, al leer estos dos relatos, tal y como nos los narraron sus humanas, estaréis de acuerdo, seguro, en que tanto Silvia como Paula se merecen éste y muchos otros premios.

 

Lena

"En julio hace 9 años pero sigue con alma de cachorro, alegre, juguetona, cariñosa... Siempre moviendo el rabo de un lado para otro. De hecho, cuando la conocen, todo el mundo me pregunta si es jovencita y se sorprenden mucho cuando les digo la edad. ¡Espero que siga así mucho tiempo!

La conocí hace más de 4 años en una protectora y fue amor a primera vista, la una por la otra. En aquel momento yo no podía tener perro en el piso en el que estaba viviendo, sólo habíamos ido hasta allí para apadrinar un perro y poder colaborar, estuvimos un año yendo todos los meses a ver a nuestra ahijada y cada mes la veía allí. Un año después hice mudanza y fue cuando por fin tomé una de las mejores decisiones de mi vida, que fue adoptarla, así que ahora llevamos 3 años y 9 meses juntas.

Le encantan los paseos, las siestas juntas, el sol, los mimos y la comida (o cualquier cosa que ella pueda considerar comida) ésta será mi guerra eterna con ella, jejeje.

Así que podéis imaginaros que su mayor trastada fue por ahí... Me habían regalado un jamón ibérico en la empresa de regalo de Navidad y el día de Reyes, cuando volví a casa después de 4 horas de comida familiar, había decidido catar el jamón. ¡Se comió más de la mitad! Pero no le llegó con eso... ¡también se comió unos 40 bombones de postre! Sé que el chocolate es tóxico para los perros... pero la mía debe de ser inmune porque ni una cosa ni la otra le sentó mal.

La única consecuencia fue que por la sal de el jamón bebió litros y litros de agua y acabó haciendo pis en casa por la noche..."

 

Arwen, una viejita imparable y bien acompañada (o porqué adoptar canes mayores)

Recogimos a Arwen en la prote de Lugo un día precioso de junio. Era una bolecha pequeña y triste, y a los diez minutos estaba corriendo como si no hubiese un mañana en el bosque donde habíamos quedado con Os Pillabáns, que son Sabela y su manada (ella ayuda a muchísimos animales, es una heroína).

Se podría pensar que Arwen se asustaría al verse de repente con siete perros alocados como los nuestros, corriendo y jugando entre ella. Pero no, empezó a trotar con ellos, como si siempre hubiese vivido con el Comando G y no fuese una ancianita de 11 años que acababa de salir de una prote, donde vivía en un canil con no sé cuántos perros más.

Han pasado siete meses, Arwen ya tiene doce años y dos kilos más que cuando la adoptamos (los vetes me riñen muchísimo, pero porque no la ven correr con su increíble agilidad, jejeje). La bolecha tristona es ahora la perra más alegre que he visto jamás. Una viejiña que se despierta jugando conmigo, o con alguna de las perras. Que corre con la manada detrás de las cigüeñas, que rastrea y trota por el monte como si llevase toda su vida siendo libre y nunca la hubiesen tirado como si no fuese nada más que basura.

No sé cuánto tiempo vivirá, espero que muchos años, pero aunque se muriese hoy, o mañana, sé que volveré a sentir esa tristeza llena de alegría que sentí con Durin.

No hay nada tan bonito como ver este proceso maravilloso que para un humano sería tan duro y para un perro parece tan sencillo: vivir el presente, dejar atrás una vida horrible para centrarse en ser feliz en la que tiene.

Me maravilla su capacidad de vivir el momento, me fascina ver cómo una manada se acopla al nuevo perro con pasmosa naturalidad, cómo respetan a los ancianos (Arwen ha sido la reina de la casa desde el primer día, cuando se coloca en primera línea frente a la estufa nadie rechista) y cómo se quieren.

Así que, ¿os recomiendo adoptar a un perro anciano? Sí, y mil veces sí."