Hay fotos que tienen súper poderes. Hay historias que logran sacar lo mejor de todos aquellos a los que tocan, incluso en la distancia. Por eso queremos recordar hoy, el primer día del año, a John y Schoep, a un humano y a su can.
Actualización: Schoep falleció el 18 de julio 2013, tras pasar 20 años junto a John.
Esta foto, publicada en el perfil de facebook de su autora, la fotógrafa Hannah Stonehouse Hudson, el 1 de agosto 2012 dio la vuelta al mundo y así consiguió dar la vuelta a la vida de John y Schoep.
Un hombre acuna a su perro en el agua, en ese momento no sabíamos más pero pronto se conoció su historia: eran John Unger y Schoep. El can, que entonces tenía 19 años, sufría artritis degenerativa severa.
John había adoptado a Schoep cuando era un cachorrito de ocho meses, desde entonces compartieron incontables aventuras y también desventuras. Unger reveló que lo único que logró sacarle de una severa depresión fue la presencia de Schoep en su vida.
Como Schoep estaba enfermo y viejito, Unger hacía lo que podía para aliviar su dolor. Por eso le llevaba todas las tardes a Lake Superior, descubrió que el agua templada del lago relajaba a su can y que ahí lograba dormirse.
La foto de su amiga Hannah y las posteriores entrevistas en vídeo siriveron para que miles y miles de personas en todo el mundo se interesaran por su historia, para que donaran algo de dinero y para que así Schoep pudiera ser tratado con láser para aliviarle así y conseguir que estuviera un poquito más fuerte.
Poco a poco, y nos lo fueron contando a través de facebook, el can fue encontrándose mejor. Viejito sigue, pero con algo más de fuerza, con más ganas de seguir moviendo el rabo y de pasear.
Las donaciones no han cesado y por eso están sirviendo no sólo para ayudar a Schoep sino también a muchos otros canes. Han creado una fundación, The Schoep Legacy Foundation, para canalizar ese dinero.
Y mirad cómo está ahora Schoep cinco meses después de iniciar su tratamiento y con 20 años o casi, puede andar y jugar en la nieve. Puede celebrar la navidad y la llegada del 2013. Y John con él.
Es nuestra historia favorita de 2012 porque aún prosigue en 2013. Porque muestra el vínculo tan fuerte que puede establecerse entre un humano y su perro, un vínculo que es animal, inolvidable, y porque además ha inspirado a tantísima gente a ayudar en un momento en el que a casi nadie le sobra el dinero.
+ información
Página de Facebook en la que nos van contando cómo va Schoep.
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