Ross Taylor es un premiado fotoperiodista con una dilatada carrera. Ha hecho todo tipo de reportajes en Afganistán, Irlanda, Malawi, EEUU... y ahora su cámara ha documentado el dolor sin paliativos de una despedida que te rompe el alma, Last Moments, Últimos Momentos. Según explica Taylor se trata de un ensayo fotográfico que explora la intimidad del vínculo humano-animal, específicamente, los últimos momentos antes y después de la muerte en casa de un perro o un gato junto a su familis. Es un testimonio sombrío e intenso del vínculo entre ambos y el dolor que se produce cuando se rompe.
¿Por qué ha elegido retratar algo tan íntimo y a la vez tan universal? En parte por eso, porque quiere que las personas que se enfrentan con este momento tan duro sepan que no están solas en su dolor. Y, lo más importante, que su dolor no debe tomarse a la ligera.
"Durante los últimos años he estado trabajando en un proyecto fotográfico y un largometraje que explora los últimos momentos que las personas comparten con sus animales antes y después de una eutanasia en casa. Reconozco que este tema tiene mucho peso emocional. Tengo un inmenso respeto por aquellos que están pasando por esto. Es uno de los momentos más intensos que he presenciado.
El vínculo animal humano es uno que no debe pasarse por alto: cuando alguien dice que está pasando por la pérdida de una perro o un gato, ahora entiendo más fervientemente cuán devastador puede ser. Aquellos que están pasando por esto, puedo dar fe de que la eutanasia en el hogar puede ser un proceso mucho más pacífico. Si estás pasando por esto ahora, siéntete libre de buscar apoyo", explica el periodista y fotógrafo.
Por eso también elegimos compartir esta serie: nadie quiere ver estas imágenes porque ninguno quiere tener que pensar en despedirse de su perro pero al mismo tiempo Ross Taylor tiene razón, es importante que sepamos que cuando llega el final existe la opción de despedirse en casa. El dolor humano es desgarrador y real y contra eso nada se puede hacer, pero también es necesario que los que nunca han pasado ni pasaran por esto, porque no conviven con un perro, sepan que es así. Y nadie puede decirte cómo ha de ser tu duelo, cuánto debe durar, cómo lo has de gestionar.
Es, justamente, lo que le sucedió al propio fotógrafo, Ross Taylor reconoce que ahora entiende a los que se enfrentan con esta situación tan dura. Y no solo eso, este proyecto le ha afectado profundamente, cambiando su visión sobre el vínculo entre humanos y animales.
Olesya Lykovi grita de angustia, momentos después de la muerte de su perro, Sam. Momentos antes, miró a la Dra. Dani McVety, a su derecha y le preguntó: "¿Se ha ido?" Dani asintió y dijo: "Ahora tiene sus alas".